Lo cierto es que en esta semana comodín la mayoría de los capitalinos se van pa'ajuera, y curiosamente un numero considerable de canarios se vienen pa'la capital.
Para los que nos quedamos trabajando, verlos deambulando por 18 o subiendo al bondi con cara de susto es ya parte del color de la semana. Ojo, que no suene peyorativo, lo dice un ex-canario que pasaba sus vacaciones escolares en la capital.
Pero, ¿que distingue a estas dos mitades del pueblo uruguayo?
Lo primero, la velocidad. En el interior la vida se vive con mucho menos apuro que en la capital. La realidad de no tener mucho para hacer a lo largo del día hace que cada tarea transcurra mas lentamente. El hecho de llegar 15 minutos antes a casa no compensa para nada la posibilidad de ponerse al tanto de los chimentos del pueblo con el carnicero, cosa que claramente enloqueeeece al capitalino que lo sigue en la fila y quiere irse porque no tiene tiempo que perder.
El humor también es diferente.
La gente del interior tiene un humor mucho mas aguzado, simplemente por el hecho que tiene mas tiempo para ponerlo en práctica. A lo largo de los años he escuchado bromas armadas por gente del interior que superan en creatividad a varios supervillanos.
En fin, a pesar de todo no somos tan diferentes. Despúes de un período de tiempo suficiente cada una de las partes puede converger hacia la otra.
Lo dice un canario que se irrita con la gente que habla con el cajero del supermercado.
