2010-07-07

La verdadera historia sobre la Garra Charrúa

Antes que nada, no soy futbolero. De hecho más de una vez cuando el ruido que llega desde el estadio me despierta de mi siesta dominical he imaginado lo bueno que sería si eliminaran al fútbol de nuestras vidas y se decretara como deporte universal alguno menos ruidoso, como el ajedrez. Sin dudas cambiaría el eje de la economía deportiva mundial, los rusos serían potencia, nuestros hermanos brasileros solo serían reconocidos por la Lambada, Karpov sería el nuevo Pelé, Kasparov sería el nuevo Maradona, Deep Blue sería como Ronaldinho.... bueno, perdón, me fui por las ramas.

A pesar de todo, es imposible mantenerse ajeno a una Copa del Mundo. Más aún cuando nuestro país está dentro de los que la disputan... cosa que sólo nos sucede cada 8 o 12 años.

Y la verdad que la participación de Uruguay nos ha dejado asombrados. Estamos acostumbrados a decir que somos un país futbolero, que fuimos 2 veces campeones del mundo (hay algunos que dicen que son 4 títulos, por las olimpiadas que ganamos antes que se inventara la FIFA.... en fin).

Pero todo esto fue hasta.... hace 60 años!! Cuando cabecear aquella pelota de cuero negro implicaba la muerte de varios miles de neuronas, los jugadores corrían sin mucho orden para meterla como fuera adentro del arco, y todo a base de ponerle mucha "voluntad".

Eso era lo que caracterizaba a las selecciones uruguayas de aquellas épocas, y que quedó marcado en el inconsciente colectivo como Garra Charrúa.

No deja de ser un concepto interesante.

Anntes que nada, los Charrúas eran uno de los grupos indígenas que poblaban estas tierras antes de la colonización española. No tenían una gran civilización ni mucha cultura, vamos a decir la verdad. No tenían ciudades arriba de montañas, ni un calendario que predijera el fin del mundo para dentro de 2 años (antes del mundial de Brasil!!), ni hicieron contacto con civilizaciones extraterrestes. Ni siquiera contruyeron alguna iglesia como sus primos guaraníes... sacaron corriendo a los pobres Jesuitas y hasta raptaban mujeres españolas para darle letra a algún escritor.

Esta gente iba de un lado a otro, picoteando lo que conseguía por ahí, peleando con cualquier cosa que se le cruzara por adelante. Hasta que un día en un suceso bastante oscuro, el Gobierno invitó a todos los caciques a una reunión a orillas del río Salsipuedes (a ver, media pila, yo desconfiaría del nombre, no??), les dieron comida y bebida, y cuando estaban bien adobados los limpiaron a tiros. Los que sobrevivieron terminaron muriendo en cautiverio (cualquier cosa con tal de no trabajar).

Como consecuencia de eso hoy prácticamente no nos quedan legados de esa gente, y la presencia indígena (mestiza, en realidad) representa menos del 8% de la población.

Entonces.... podemos decir que los resultados obtenidos se dan por la sangre charrúa que corre por nuestras venas? Son parte del legado cultural que nos dejaron?

No, creo que no.

Como en todos los órdenes de la vida, los buenos resultados son producto de tener un objetivo, preparalo y trabajarlo. Y trabajarlo como equipo, sabiendo que cada uno tiene una tarea que cumplir, que quizás que no sea la más vistosa (siempre hay alguno que se lleva la fama, claro) pero es el rol que nos toca jugar y es tan importante como los demás.

No alcanza con tener al mejor jugador del mundo ni los fantasmas de campeones del pasado sobre nuestros hombros: sin un equipo sólido no se logra nada.

Esperemos que sirva como experiencia para el futuro.

Vamo arriba la Celeste!! :)