2009-03-11

Del Monkey Test al Code Monkey: todo es una cuestión de tiempo

Ser una ciudad al Norte de un país orgulloso de estar al Sur, es un problema. Le sumamos 500km de distancia con la capital del país y 5 metros de separación de 190 millones de brasileros: bienvenidos a Rivera.

Y sí, es que en Rivera pasan cosas raras. La gente habla diferente, se viste diferente, piensa diferente, les preocupa mas las peripecias de Maya y Bahuan que los amoríos de Astori y Mujica.

Como consecuencia de la frontera, la principal industria es el contrabando, la segunda el tráfico ilegal y por último el comercio mas o menos legal. Hace unos años alguien descubrió que el clima era favorable y dijo: "Plantemos árboles!". No por la ecología ni nada de eso, sólo para sacar madera para cajones y pasta de celulosa.

Lo que nadie pensó fue en los efectos colaterales de los "nuevos bosques": aparecieron nuevas especies de arañas y víboras, resurgió el jabalí salvaje, apareció una epidemia de murciélagos rabiosos vampiros y la última.... llegaron los monos!!

Cosa nunca vista en esta parte del mundo, hay una proliferación de monos aulladores que se están transformando en una plaga. Ojo, los tipos no tienen la culpa, les dieron un nuevo habitat favorable sin depredadores naturales y ellos sólo se dedican a comer, dormir y perpetuar la especie. No es muy diferente de lo que haría una colonia de humanos en situación similar.

Es que en el fondo no somos tan diferentes, fue una cuestión de suerte hace algunos millones de años y listo, ellos están en jaulas y nosotros les tiramos caramelos. Inclusive, hoy en día a veces tenemos que actuar como monos para cumplir con objetivos mas "nobles".

Hace pocos días aprendí un término que según parece se viene usando hace años en ciertos ámbitos pero que nunca me había llegado: el Monkey Test.

Según dicen los que saben, se pone a una persona a probar desaforadamente una aplicación sin tener mucha idea de lo que hace y sin seguir ningún plan concreto... sólo para ver qué pasa.

Y así, sin pensarlo, se detectan errores que nuestro análisis racional a veces no capta.

Hay un teorema que dice que un número infinito de monos usando un número infinito de máquinas de escribir puede llegar a escribir las obras completas de Shakespeare en un período infinito de tiempo.

Haciendo una analogía con nuestro mundo: ¿podremos llegar a decir que un número infinito de monos tecleadores puede llegar a desarrollar cualquier aplicación de software?

Seguramente sí. Ni siquiera tendrían que ser infinitos, sólo es cuestión de encontrar un número suficiente.

De hecho, si no fuera porque ningún cliente está dispuesto a aceptar eso del "período infinito de tiempo", la mayoría de los presentes habríamos perdido nuestro trabajo y estaríamos colgados de algún árbol (comiendo, durmiendo y perpetuando la especie).

Ahora que lo pienso, quizas no sea tan mala idea...

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